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Cómo eliminar manchas de sangre
Las manchas de sangre son realmente difíciles de quitar, especialmente si ya está seca. Por ello, es aconsejable tratar estas manchas lo más rápidamente posible para que la sangre no se incruste en el tejido. A continuación os vamos a mostrar algunos métodos sencillos para eliminar las manchas de sangre.
1. ENJUAGAR LA PRENDA CON AGUA FRÍA.
Es el método más sencillo para quitar una mancha de sangre fresca. Enjuagar o meter en un barreño con agua fría la prenda manchada hará que la sangre se descomponga y disuelva fácilmente. No uses agua tibia o caliente porque hará que la sangre se fije en el tejido.
2. UTILIZA AGUA OXIGENADA (PERÓXIDO DE HIDRÓGENO)
Vierte el agua oxigenada sobre la mancha. En contacto con la sangre, el agua oxigenada reacciona químicamente formando una especie de espuma. Evita que esa espuma se extienda fuera de la propia mancha. Retira la espuma con un paño y repite la acción hasta que la mancha desaparezca o quede prácticamente decolorada. Después lava la prenda con agua fría y el detergente que uses habitualmente.
Si se trata de tejidos delicados, diluye el agua oxigenada con un 50% de agua.
3. USA SAL Y AGUA PARA TELAS DELICADAS.
Elabora una pasta con una pequeña cantidad de agua y satura con sal. Frota la mancha con esta pasta. Los gránulos de sal y su capacidad deshidratante desprenderán la sangre de las fibras del tejido. Enjuaga la mezcla con agua fría y lava la prenda de la manera habitual.
4. USAR AMONIACO PARA LAS MANCHAS MÁS DIFÍCILES.
Disuelve 1 cucharada de amoniaco en 1/2 taza de agua fría y vierte sobre la mancha de sangre a tratar. Cuando la mancha desaparezca enjuaga con bastante agua fría. Evitar el amoniaco sobre lino, lana o seda.
5. ELIMINAR MANCHAS DE SANGRE SECA.
Aplica pasta de dientes sobre la mancha y deja actuar hasta que se seque por completo. Retira la pasta con agua fría y lava con detergente de la manera habitual.
6. ELIMINAR LAS MANCHAS DE SANGRE DE UN COLCHÓN.
Para tratar manchas de sangre sobre el colchón es aconsejable utilizar remedios que requieran el mínimo de agua, para evitar que absorba demasiada humedad y proliferen los mohos y malos olores. Por tanto, serían ideales las pastas o mezclas como las descritas en párrafos anteriores.